En Colvin trabajamos por cambiar el status quo de una industria en la que creemos que algunas prácticas son injustas y pueden mejorar.
Uno de nuestros mayores retos es mejorar la durabilidad y calidad de la flor con la que se trabaja en algunos establecimientos y es por ello que en Colvin elaboramos nuestros ramos siempre con las flores más frescas de cada momento, para que puedas disfrutar de ellas más tiempo.
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Además, las flores son un producto delicado y que necesita cuidado y es por ello que hemos pensado que unos consejos de nuestros gurús florales os ayudarían. ¡Ahí os los dejamos!
- Retira el envoltorio de las flores. ¡Deja que respiren!
- Coloca en un jarrón limpio (a poder ser de cristal) 2/3 de agua. Evita que hojas y flores queden sumergidas, acelerarás el proceso de degradación del agua.
- Añade el sobre de conservante que encontrarás en la caja. Contiene los nutrientes para que tus flores se mantengan más tiempo.
- Corta las puntas de los tallos en diagonal. Eso ayudará en su hidratación. Vuelve a hacerlo cada dos días. Cambia el agua con regularidad (sobre todo si no contiene conservante).
- Coloca las flores en el jarrón y asegúrate de que todos los tallos toquen el agua.
- Mantén las flores en un lugar fresco, alejadas del contacto directo con el sol o corrientes de aire, así como de aparatos eléctricos.
La base del tallo del Amarylis tiende a abrirse, coloca un poco de celo rodeando el borde, conseguirás que tengan mejor aspecto.
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El botón floral del Lisianthus, sobre todo los más pequeños, tienden a deshidratarse, córtalos y si encuentras una rosa muy deshidratada métela en 2/3 de agua tibia, es rápido y efectivo.